En el universo no existe la casualidad ni la suerte, no existe nada que esté suelto, no hay nada al azar, todo lo que sucede está regido por leyes.
Cuando ignoramos la existencia de estas leyes suponemos que muchas cosas andan mal en el universo, a veces pensamos que Dios se equivoca, que es incapaz, que no existe o que nos castiga por algo. ¿Te ha pasado?
Por supuesto que nada de eso es cierto, el problema es que mientras no hayamos hecho suficiente desarrollo interno, no comprenderemos la razón y el propósito de nuestras dificultades humanas. Los maestros dicen: no confundan un proceso con un problema porque el planeta no tiene un problema, todo el planeta está dentro de un proceso de evolución de desarrollo de la conciencia. Simplemente los procesos tienen una terminación cuando aprendemos lo que ha venido a enseñarnos.
¿Cuál es el proceso de nosotros los seres humanos en el planeta tierra en cualquier época en la cual nos encontremos?
La evolución de la consciencia a través de la experiencia en el cuerpo físico. Los problemas empiezan a presentarse cuando le hacemos resistencia a este proceso. Es por esto que nos estancamos en ciertas situaciones de la vida y pareciera que no avanzamos hasta que decidimos, por saturación, actuar para procurar la transformación interna y fluir.
Tu propósito en esta experiencia humana es evolucionar, aprender y esto se logra mediante contraste o flujo armónico, es decir, mediante situaciones que te retan y te obligan a cambiar para hacer las cosas diferentes o mediante ejemplos de vida tan valiosos que son dignos de replicar.
Y tú … ¿Fluyes con la vida como se presenta o sigues resistiéndote a ella luchando por cambiarla?